En un mundo hiperconectado, es común sentirse ansioso si no revisamos constantemente el celular. Esta ansiedad digital es una forma de estrés moderno que afecta especialmente a jóvenes y adultos que trabajan o estudian en línea.

Estudios recientes han demostrado que el uso excesivo del teléfono móvil puede alterar los ciclos de sueño, reducir la concentración y aumentar los síntomas de ansiedad y depresión. Las notificaciones constantes impiden que nuestro cerebro descanse y se relaje.

Establecer límites, como usar el modo «no molestar» por las noches o programar horarios sin pantallas, puede ayudarte a recuperar el control. También es útil practicar actividades que no involucren tecnología, como leer, salir a caminar o meditar.

La ansiedad digital puede estar relacionada con el «FOMO» (miedo a perderse algo). Esta sensación genera compulsión por revisar redes sociales constantemente. Reconocer este patrón es clave para gestionarlo de forma consciente.

Otra práctica saludable es desactivar notificaciones innecesarias y evitar el uso del celular antes de dormir. La luz azul de la pantalla inhibe la producción de melatonina, lo que afecta directamente la calidad del sueño.

Tener momentos de desconexión fortalece la salud mental, mejora el enfoque y ayuda a mantener relaciones más significativas en el mundo real.

Reconocer esta forma de ansiedad es el primer paso para mejorar tu salud mental. No se trata de dejar de usar tecnología, sino de usarla de manera consciente y equilibrada.