Cuando compramos un medicamento, muchas veces no le prestamos suficiente atención al empaque. Sin embargo, en él se encuentra información vital para el uso seguro del producto. Saber leer correctamente el nombre del principio activo, la dosis, la vía de administración y la fecha de caducidad puede prevenir errores comunes que afectan nuestra salud.

El principio activo es el componente que genera el efecto terapéutico. Asegúrate de que sea el indicado por tu profesional de salud, especialmente si tomas varios medicamentos. La dosis es otro factor crítico: tomar más o menos puede hacer que el tratamiento no funcione o cause efectos adversos.

Además, hay que fijarse en las advertencias y condiciones de almacenamiento. Algunos medicamentos requieren refrigeración o protección contra la luz. También es importante verificar la fecha de vencimiento antes de consumirlos.

El número de lote y la fecha de fabricación también deben revisarse. Estos datos son esenciales en caso de retiradas del mercado por seguridad. Recuerda que los medicamentos vencidos pueden perder efectividad o incluso ser perjudiciales.

Otro aspecto fundamental es la identificación del laboratorio fabricante. Esto ayuda a saber si es un producto confiable y permite reportar cualquier efecto adverso directamente a través de los canales adecuados.

No olvides que los medicamentos genéricos también deben tener la misma información clara en el empaque. La diferencia radica solo en la marca, no en la eficacia del principio activo.

Leer bien el empaque es un acto de autocuidado. Ante cualquier duda, consulta con el farmacéutico. En Farmatodo, siempre estamos listos para orientarte con información clara y segura.